Seguramente las características del
estudiantado de cualquier edad no fueron, ni son, ni serán las mismas durante toda la historia de la humanidad... van cambiando como cambia la sociedad.
Un alumno de la edad media no tenía las mismas características que uno del siglo
IX... las costumbres fueron cambiando...
Actualmente nuestros alumnos provienen de distintas culturas... pero seguramente de acuerdo al nivel educativo en que se encuentren, presentan características similares...
Es cierto. Cambia, todo cambia. Nuestros alumnos tienen otras
características. Son sin duda mas listos, mas activos, mas
dinámicos y exigentes. Y pretenden ser mas
autónomos. Solo que a veces nosotros no lo vemos, o preferimos el anclaje
cómodo de nuestro
método de enseñanza de siempre, "porque funciona muy bien con todos los grupos''. Tal vez, no entendemos como hacer para entenderlos. Los alumnos no son los oponentes en el campo de juego. Son nuestros representantes, nuestros seguidores, nuestro fiel reflejo. Y por sobre todo, debieran ser nuestros colaboradores mas incondicionales, ya que pasan muchas o breves horas junto a nosotros. Y nos conocen... los gestos, la voz, las reacciones,el
método de trabajo. Y... por sobre todas las cosas,... nos miran. Aun aquellos a los cuales nosotros y nuestra tarea les resulta
antipática.Del mirar del alumno surge nuestra experiencia como docentes educadores. Lo que ellos comprendan de nosotros, nos define. Y esto ha sido siempre
así. Claro que antes el docente tenia otro rango social, otra estima colectiva, otra
jerarquía intrínseca. Y no menos cierto es que antes los alumnos eran meros recipientes del saber, pasivos actores de la escena de enseñanza. A partir de hoy, piensa:los alumnos......son maestros. Los maestros, alumnos. Y todos...necesarios participes del conocimiento, que en el hombre siempre es incierto, pero evolutivo.